CASO Nº11 | MAUSOLEO CUERPO DE BOMBEROS CHILLÁN

0 Publicado por - agosto 12, 2014 - Arquitectura Moderna en Cementerios

Ficha Técnica

Nombre del proyecto: Mausoleo cuerpo de Bomberos de Chillán.
Mandante: Cuerpo de Bomberos de Chillán.
Arquitectos: Jorge Concha Rojas ICA: 1907
Año de construcción (DOM): Febrero 1973
Ubicación: Cementerio Municipal de la ciudad de Chillán. Octava región, calle Sepúlveda Bustos.
País: Chile.

Localización Urbana

Este mausoleo se ubica en el cementerio Municipal de la ciudad de Chillán. Más específicamente, al momento de ingresar al cementerio y enfrentando perpendicularmente la primera calle, doblar a la izquierda y a pocos metros, el proyecto se deja ver.

Arquitectos

Esta obra fue diseñada por el arquitecto Jorge Concha Rojas, titulado de la Universidad de Chile el 11 de Octubre de 1966, ICA: 1907.

Programa y función

El proyecto, consiste en una serie de paralelepípedos, dispuestos en el perímetro de una planta cuadrada, dejando su centro como plaza de bienvenida. Estos cuerpos, se ordenan en tres de las cuatro caras de la planta, dejando la cara principal enfrentando la calle, dando la bienvenida al cortejo fúnebre junto a los deudos.
Las tres caras restantes albergan el programa de Mausoleo, en donde se disponen 5 paralelepípedos de distinto tamaño en las caras laterales y 7 paralelepípedos en la cara de fondo, sumando un total de 17 rectángulos tridimensionales que contienen los cuerpos de los bomberos fallecidos. El programa y su función quedan explícitos por su condición geométrica.
El acceso se configura enfrentando al mausoleo, lo que permite que se entre a su plaza central la que queda contenida por límites construidos mediante el programa.

Lenguaje arquitectónico

En nuestro país no hay registros de un proyecto tan rotundo en su expresión formal y semántica como este mausoleo, en donde el hecho arquitectónico “ataúd” es llevado a su máxima expresión como lenguaje, armando a partir de este el proyecto. A diferencia de cualquier mausoleo a nivel nacional y mundial será la caja “ataúd” la que estructure y arme el proyecto en su función y lenguaje, eliminando el “edificio” como concepto tradicional, entendido este como un espacio cubierto al se ingresa y dentro del cual se disponen los lugares para albergar a los difuntos.
Aquí el ataúd que contiene al difunto es expuesto ya que es parte indisoluble de la estructura y función. En una primera mirada asombra la crudeza y honestidad arquitectónicas evidenciando lo obvio en lo que le es propio en un cementerio, pero que ningún proyecto muestra y que es: cómo yace el muerto y dónde yace.

La simpleza en el mensaje y la complejidad en la composición, donde los cuerpos flotan y no se tocan entre sí, donde en sus tres caras van en un sentido potenciando la perspectiva y horizontalidad, pero que tiene notas discordantes con cuerpos de menor tamaño que se contraponen en sentido perpendicular, hacen que el conjunto adquiera dinamismo y juego compositivo plástico que le da movimiento y una expresión escultórica que lo eleva al nivel de ser contemplado tanto su por rareza y honestidad. Pero principalmente por su originalidad honestidad sobre dónde será la morada eterna del difunto.

El mayor respeto para una persona es que no le falten a la verdad, el mayor logro de un arquitecto y su proyecto es develar y expresar el sentido del edificio o como dijo Louis Kahn “¿Qué quiere ser el edificio?” Este, quiere ser la última morada y esto es lo que finalmente queda en evidencia.

Filtración del movimiento Moderno

Por tratarse de arquitectura fúnebre, los libros sobre el tema son escasos. El más representativo es: La última casa (“The last House”), de la escritora Mónica Gili del año 1999. En él se desarrolla un catálogo de proyectos diseñados por afamados arquitectos como; Le Corbusier, Carlo Scarpa, Alvar Aalto, Adolf Loos y Walter Gropius entre muchos otros. Lo particular es que en la página 108 sale el trabajo del arquitecto chileno José Domingo Peñafiel para la familia Phillips – Sáenz en el cementerio general de Santiago.

Es muy difícil realizar un libro sobre todos los cementerios del mundo o las obras más representativas de ellos, sin embargo la mirada a Chile no deja de ser interesante si consideramos que el cementerio general está dentro de los 10 cementerios más hermosos del mundo. Claramente nuestra arquitectura fúnebre es de calidad mundial y la obra que aquí desarrollamos, la consideramos una obra maestra.

Un referente muy importante en nuestro estudio es “El monumento a la revolución” del arquitecto Mies Van Der Rohe de 1926 en Berlín (Imágenes desde la Nº29 a la Nº32). Este proyecto consiste en una escultura de ladrillo que fue demolida en 1935 por Adolf Hitler. Llama profundamente la atención que este proyecto, tanto por su significado como por el empleo de la materialidad del ladrillo y su postura expresionista no salga en el libro ya mencionado, como tampoco en el libro “Ludwig Mies van Der Rohe, Obras y proyectos” de Werner Blaser del año 1992.

Esta situación se repite en textos como: La palabra sin artificio, reflexiones sobre la arquitectura 1922/1968, de Fritz Neumeyer o El croquis editorial, año 1995.
Sobre la obra de Mies hay incontables textos, pero estos dos, debieran ser el inicio de su base bibliográfica.

Este proyecto se encuentra en el cementerio de Fiedrichsfelde en la ciudad de Berlín y fu en honor a dos líderes pertenecientes al partido social – demócrata, que fundaron el partido comunista y que se opusieron a la primera guerra mundial. Ellos fueron Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg y el monumento también es conocido bajo sus dos nombres. Ellos pertenecían el movimiento obrero alemán y fueron asesinados el 15 de Enero de 1919. Será el partido comunista quien encargue la obra a Mies. En 1982 el gobierno de la República democrática Alemana instaló una placa conmemorativa.

Este proyecto refleja el concepto abstracto de la velocidad, movimiento y el contrasentido del uso del ladrillo como material al estar este en volúmenes que sobresalen sin que el material esté pensado para salvar luces como el acero u hormigón armado. Su relación con el mausoleo de bomberos de Chillán, radica justamente en la composición, y la capacidad de transmitir conceptos como movimiento, flotar y la perspectiva. Aun cuando el proyecto de Mies es un objeto monolítico este se entiende como una sumatoria de volúmenes superpuestos y explotados al igual que el de Chillán. Uno en ladrillo, el otro en Hormigón armado.

Un aspecto interesante es la aproximación formal a los rascacielos horizontales de Lissitzky (Imágenes Nº33 y Nº34). Aun cuando no podemos verificar la aproximación e influencia de ellos en el trabajo formal del mausoleo, no deja de ser sorprendente la propuesta estructural en donde el ataúd “vuela” gracias al o los soportes estructurales conteniendo al hombre que ya no está vivo. La propuesta volumétrica simple en el constructivismo ruso lo es también aquí.

Texto original: Pablo Altikes Pinilla, Arquitecto UCEN + Luis Fuentes Bustamante, Arquitecto USACH
Fotografías: Archivos ArqModern, año 2014.
Planos: DOM Chillan.

Fuentes bibliográficas

1.- Ilustre Municipalidad de Chillán. Departamento de catastro. Nuestro más profundo agradecimiento a Erwin Brevis de la Secplan de Chillán.
2.- 1890-1941 El Lissitzky. Architect, painter, photographer, typographer. Municipal Van Abbemuseum, Eindhoven and the authors. 1990.
3.- Ciento cincuenta años de enseñanza de la arquitectura en la Universidad de Chile 1849 – 1999. Publicado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile (FAU). Primera edición de 2000 ejemplares. Impresión Ograma S.A. Año:1999.
4.- Imágenes 29, 30, 31 y 32. Cortesía de: http://espina-roja.blogspot.com/ y http://artscoming.com/

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